jueves, 4 de junio de 2009

¿Un taquito de armadillo? Pero bajita la mano porque no se puede…

Por Ulises Moreno






Huech, armado, mulita o ayotochtli es el nombre que recibe el dasipódo (Dasypodidae) conocido vulgarmente como armadillo. Animal que se cocina desde tiempos remotos por los antiguos habitantes del Valle del Mezquital. No solamente ofrece sabores exquisitos al paladar, sino que también es una entrada económica alterna para los lugareños de la región. Para la Feria Gastronómica de Santiago de Anaya, las autoridades municipales abren quince días antes un periodo de cacería de algunas especies, como las que habrás leído el número anterior de “El Comalote”.
El armadillo es un ingrediente restringido con un sabor similar a la carne de puerco. Se caracteriza por poseer un caparazón dorsal formado por placas yuxtapuestas ordenadas en filas transversales, una cola bastante larga y extremidades cortas. Algunas personas del Valle del Mezquital lo preparan para su venta durante la Feria en distintas formas: mixtote, ximbó, mezclado con flores y claro, acompañado de salsa. Su precio va desde 30 pesos el taquito hasta 600 pesos el animal entero ya sea cocinado o vivo (si lo prefieres).
Estos animales viven entre doce y quince años. Se alimentan principalmente de hierbas y vegetales, aunque también llegan a consumir insectos, huevos de ave o reptil. Debido a lo anterior, existe el mito de que puede llegar a ser nocivo gracias a las “sustancias tóxicas de su sangre”, por tal motivo se desangra antes de cocinarlo a manera de prevención.
Cuando es capturado, es necesario “curarlo” dándole de comer verduras y mantenerlo en observación para que no presente síntomas de rabia o alguna otra enfermedad. Se cazan de noche con la ayuda de una lámpara, aunque algunos utilizan perros, pero no es muy recomendable ya que llegan a destrozar a la presa a menos que el cazador se encuentre cerca de ellos para evitarlo. En el caso de que el animal “encueve” es imposible sacarlo de su madriguera puesto que la profundidad de ésta llega a ser de más de tres metros de profundidad.
Te recomiendo eches un vistazo en lo anterior antes de comer ese taquito que seguramente te hará agua la boca de sólo olerlo.