Por Tania Jardón R.
MISS. PEGGY
Los muppets bien sabían los gustos de Peggy: era una caníbal que se saboreaba las carnitas cada domingo. En verdad que esta cerda era insaciable. Lo bueno es que desde la epidemia de influenza ha dejado de comer sus ricos tacos de maciza, buche y nenepil para deleitarse con unas ricas ancas de rana. Por cierto, ¿alguien ha visto a René?
EL MIEDO NO ANDA EN CERDO
Fue tanto el temor de la influenza que hasta “Babe, el puerquito valiente” uso cubreboca.
UN FINAL FELIZ
Meses posteriores a la epidemia de influenza tipo A, la Organización Mundial de la Salud indicó el origen de la enfermedad: los tres cochinitos tras su estancia vacacional en Puerto Vallarta infectaron de influenza porcina a varias jovencitas con las que mantuvieron una estrecha relación. Al parecer habían creído estos cerdos que era una simple gripa, pero no contaron con que el virus mutara.
China, España, Argentina, Cuba, Colombia, Perú y los demás países que insultaron a México ofrecieron una cuantiosa remuneración económica como disculpa. Europa fue recriminada por su acto corrupto de esconder a los tres cochinitos. México se sintió feliz y todos vivieron felices por siempre. Fin.