martes, 12 de mayo de 2009

No te vayas de mojado: mejor haz mermelada de xoconostle

Sin duda alguna la señora Porfiria ha cambiado la historia en Santiago de Anaya

Por Tania Jardón

La maestra Porfiria tiene más conciencia social que la de un empresario. En una región donde las oportunidades de crecimiento económico son bajas, una mujer de 75 años de origen hñähñú (otomí) ha creado una empresa de productos de xoconostle que además de impulsar a la cocina regional, ha evitado la migración a Estados Unidos de varios habitantes de Santiago de Anaya.
- Usted se llama…
- Porfiria Moreno Hernández - dice la señora con amabilidad mientras toca con su mano su cabello canoso y se arregla el delantal de colores.
- Dígame, ¿cuántos años lleva con su empresa de xoconostle?
- No mucho. Más o menos empecé en el 2002. Todo surgió gracias a la Feria Gastronómica de aquí. A partir de entonces, hemos ido a algunas muestras a presentar nuestros productos, como el año pasado que fuimos al Claustro.
- ¿Por qué se le ocurrió usar xoconostle y no otro fruto o planta de la región?
- Pues porque a lo largo de todos estos años, he observado que el xoconostle es el fruto que dura más. Imagínese que las conservas que yo preparo no llevan conservadores y le pueden durar hasta un año.
- Vaya, sólo he comido el Xoconostle en dulce y en el Mole de olla. También he escuchado que se usa para salsa. ¿A poco lo puede hacer de otras maneras? Digo, porque es bastante ácido y parecería que no se presta mucho para otros platillos.
La señora hace una pausa para levantarse e ir a una bodega pequeña cerca de la mesa en donde estamos platicando.
- Mire señorita, esto es lo que hacemos aquí - saca unas canastitas y unos cuantos frascos que muestra mientras va nombrándolos- salsa, mermelada, dulce, licor, los xoconostles cristalizados que a mí me gustan mucho y los secos que nos piden los diabéticos. También hacemos pan, pay, galletas y paletas. Abre unas bolsas contenidas en los cestos de mimbre y un frasco con dulce de xoconostle- ¿No quiere probar?
- Muchas gracias- sin pensarlo dos veces, devoré estos manjares de la estepa mexicana- ¡Están deliciosos! -fue lo único que pude decir, pero la verdad que eran eso y más.
- ¿Oiga, y todo lo elabora aquí en su casa?
- Sí señorita- volteó la mujer y comenzó a señalar el equipo- allá tenemos los hornos para hacer los pays y el pan. De este lado (señala con el dedo a una mesa) es donde empacamos. Por acá (sigue con la mirada a la pared que resguarda un estante de aluminio) guardamos las cajas. Lo que hacemos es de manera artesanal, así como se hacían en la década de los cuarenta, por ejemplo, los vasos para la mermelada y la salsa los hervimos boca abajo. Como ya le había mencionado, nosotros no añadimos conservadores a nada.
- ¿Y en qué lugares vende los productos? - interrumpo ansiosa con la cartera casi fuera de la bolsa.
- Pues en algunas tiendas pequeñas de Actopan y Pachuca. Hemos querido vender las conservas, el licor y los dulces en tiendas grandes como la Comercial Mexicana, pero el problema es que piden una producción que nosotros no podemos hacer. Somos una empresa pequeña…
- ¿Como familiar?
- Sí, porque más que ser un personal somos una familia. Aquí trabajan alrededor de seis personas que ganan 200 pesos al día como salario mínimo, pero además están el productor de xoconostle y las señoras que me ayudan a vender en las ferias. Como ve respaldamos a muchas familias, inclusive, al ser nosotros una fuente de empleo tan bien remunerada, hemos evitado que la gente se desplace a Estados Unidos en busca de trabajo.
-Sin duda alguna - comenté conmovida en voz baja para no sonrojar a la maestra - la señora Porfiria ha cambiado la historia en Santiago de Anaya.
- Yo he pensado que ustedes como estudiantes podrían hacer algo para que la flora y fauna del Valle del Mezquital no se acabe- concluye la maestra Porfiria con una mirada llena de esperanza de poder recuperar y mantener las tradiciones que en el campo son producto de la biodiversidad. Ahora que recuerdo, esa fue una de las razones por la que elegí Gastronomía.
Aquellos que estén interesados en las invenciones culinarias que ofrece la empresa de la maestra Porfiria, Productos Alimentarios de Santiago de Anaya S.C. IXCO, puede enviar un correo a Antonio Mendoza Moreno: pachuca_arcor@yahoo.com.mx.