“Asarás unos chiles verdes y gruesos, y les pelarás el pellejito y desvenarás bien, los rellenarás del picadillo, los revolcarás en flor de harina y los freirás en huevo crecido que tenga más yemas que claras, los pondrás en una batea y harás un caldillo, moliendo aceitunas deshuesadas, alcaparras lavadas, un puño de almendras tostadas, jitomates asados con su sal, vino, azafrán, clavo, canela, moscada, pimienta y azúcar. Pondrás en la lumbre una cazuela con manteca, y en ella echarás dos dientes de ajo, hasta dorarlos, los que tirarás y en dicha manteca freiras, cebolla menuda, tomatitos y allí echarás el caldillo a que hierva, después meterás los chiles a que den otro hervor, y puedes engalanarlos con ramas de perejil, aceitunas, tornachiles, alcaparras, calabacitas cocidas muy chicas, durazno y pera rebanados, y también espesas el caldillo con pan tostado y molido, en caso que te haya salido aguado, y yemas de huevo”.
La receta anterior fue tomada del “Libro de cocina de la Gesta de independencia” Nueva España 1817 cuyo autor es anónimo y pertenece a la colección de recetarios antiguos de la editorial CONACULTA.
Por Adriana Medina