lunes, 16 de marzo de 2009

¡¡Aguas!! ¿Mexicanas?




Por Elizabeth Vázquez Tapia





Seguramente conoces las típicas aguas mexicanas de jamaica, horchata y tamarindo, pero, ¿conoces el origen de los ingredientes con los que se elaboran? Pues ninguno de estos son mexicanos.

La horchata originalmente se preparaba con un tubérculo llamado chufa, agua y azúcar; muy usada en el antiguo Egipto y Sudán desde la zona llamada Chufi, de donde se cree que es originaria.
Los romanos las conocían como “hordeates”. Alrededor del siglo XIII, los árabes comenzaron a cultivarla en Valencia, España, allí las tierras son aptas para el cultivo del tubérculo a diferencia de América; en donde la horchata se prepara con arroz y se dice que es originaria de Yucatán. Aunque por su relación con el mundo maya también se le preparaba hace varios siglos en Guatemala. De hecho, existe un documento en el Archivo General de Centroamérica, en éste país, llamado “Cuenta de lo gastado en la preparación de refrescos para la Jura de Carlos IV, año de 1789” en donde se mencionan algunos ingredientes con los que se preparaba la bebida, como frutas, canela, panela (piloncillo), pasas, dulces, azúcar, almendras, barquillos, huevos, harina, tinajas de leche, entre otros.

Por otro lado, el tamarindo tiene su origen en la India donde se utilizaba para la preparación de muchos platillos incluyendo una especie de cerveza. Se intentó llevar a Europa durante la época medieval, pero no fue posible su cultivo debido a las condiciones climáticas así que fue trasladado a África para finalmente llegar a América a principios de la Colonia. Su cultivo rápidamente se extendió en las zonas tropicales de nuestro país, especialmente en la vertiente del Pacífico (más seca que la del Golfo), en los estados de Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Chiapas e incluso Yucatán, donde se le conoce como “pah-ch’uuk”. Desde entonces ha sido parte importante de la alimentación tradicional de los pueblos de zonas cálidas y de todo el país.

Por último, la historia de la jamaica nace en África. Posteriormente fue introducida a Jamaica y de ahí brincó a Centroamérica y el Caribe. A Panamá fue introducida por inmigrantes jamaiquinos y se le conoce como “saril” (el nombre deriva de “sorel” como se le conoce en Jamaica y que a su vez deriva de “sahel” región africana de donde la planta es originaria).
Esta bebida no solo es popular en México, en Egipto al agua de jamaica se le conoce como “karkadé” y es una de las bebidas tradicionales de ese país. Se suele tomar fría y en invierno hay quienes la toman caliente. En el sur, en ciudades como Asuán y Luxor, los hoteles acostumbran recibir a los huéspedes con una infusión de “karkadé” para darles la bienvenida.

Ahora que lo sabes, disfruta de una de estas aguas frescas que, sin ser 100% mexicanas, no dejan de formar parte de nuestras tradiciones y folklore.