Por Clara Hernández
¿A quién no le gusta levantarse por la mañana y recibir una buena taza de café caliente para empezar bien el día? Pero ¿cuántas? una o dos quizá. ¿Y en el transcurso de la jornada? tres o cuatro tal vez. Claro está que lo anterior depende en gran parte de la persona, porque hay algunos que ni una taza toman en todo el día; sin embargo hay quienes gustan de excederse e ir más allá de la cuenta. Estos últimos deben tener cuidado con la cafeína puesto que la sustancia “antisueño” ataca al sistema nervioso central produciendo palpitaciones y una sensación de ansiedad. Además, la DL50 (dosis letal media) de dicha sustancia es de diez gramos en su estado puro, por lo que se necesitan cincuenta tazas de café para que éste pueda ser mortal. Así que toma tus precauciones, porque probablemente no mueras por tomar café, pero sí puedes contraer una crisis nerviosa. ™—